Una factura proforma es un documento sin valor contable ni fiscal. Es un documento informativo que anticipa al cliente lo que podrá ser la factura final y completa cuando la operación se realice.
Es un documento que se emite una vez desarrollado ya un proceso previo de negociación y soporta las condiciones previamente pactadas con el cliente, al contrario que puede ocurrir con un presupuesto, en el que esas condiciones pueden no estar del todo reflejadas.
A diferencia de la factura comercial, la factura proforma se emite antes de suministrar los productos o realizar los servicios y no tiene valor para devengo de obligación de pago.
La principal diferencia frente a un presupuesto consiste en que, si bien un presupuesto se remite a un cliente para realizar una propuesta de precio y condiciones sobre un producto o servicio, la factura proforma solo se emite cuando previamente se han realizado conversaciones y/o negociaciones previas, entendiendo que ya hay un grado de acuerdo comercial superior a la mera presentación de un presupuesto.
Es muy frecuente que se solicite la emisión por el proveedor de facturas proforma cuando se solicitan subvenciones estatales o autonómicas, o financiación bancaria, como justificación y compromiso de una inversión o adquisición a realizar.