A continuación proporcionamos una serie de pautas que todo emprendedor o emprendedora debería seguir a la hora de elaborar su Plan de Empresa.Una posible estructura para la elaboración del Plan de Empresa, que puede ser la siguiente :
La empresa surge de una Idea, requiere la presencia de un Promotor/a, emprendedor/a o empresario/a, y se desarrolla en un Entorno determinado. En la Identificación de proyecto por tanto, se trata de realizar una breve descripción de la actividad y de la historia de su proyecto desde los inicios, analizando el grado de desarrollo en el momento actual.
En este apartado se trata de dar respuesta a estas preguntas: ¿qué vender? ¿a quién? ¿a qué precio? ¿con qué medios? ¿cómo? ¿cuánto?. La respuesta a estas preguntas determinará decisivamente el Plan de Empresa en su conjunto y la propia configuración de la empresa. El plan de marketing ha de servir de punto de referencia para comparar su producto o servicio con otros similares que se encuentren en el mercado y destacar los aspectos innovadores/competitivos del suyo.
El Plan de Operaciones resume todos los aspectos técnicos y organizativos que conciernen a la elaboración de los productos o a la prestación de los servicios. Contiene cuatro partes: productos o servicios, procesos, programa de producción y aprovisionamiento y gestión de existencias.
En el Plan de Recursos Humanos tratermos de analizar y determinar todos los elementos relacionados con la política de personal: la definición de capacidades, la organización funcional, la dimensión y estructura de la plantilla, la selección, contratación y formación del personal, y todos aquellos aspectos relacionados con la dimensión humana de la empresa desde la detección de conflictos hasta el desarrollo de estrategias de solución.
El plan de inversión y ubicación analiza los factores de ubicación, describe los aspectos más destacados del inmovilizado material e inmaterial y cuantifica el valor de los mismos; también establece la política de amortizaciones de la empresa.
En esta área se debe recoger toda la información de carácter económico y financiero referente al proyecto, para determinar su viabilidad económica. Se trata de analizar si el proyecto reúne las condiciones de rentabilidad, solvencia y liquidez necesarias para llevarlo a cabo.
Para tomar una decisión al respecto es necesario, en primer lugar, conocer los distintos tipos de forma jurídica que la ley recoge, sus requisitos, ventajas e inconvenientes. Además deberán valorarse otros factores.
Decidida la forma jurídica a adoptar, debe explicarse qué trámites serán necesarios realizar para la constitución de la sociedad y/o puesta en marcha de la empresa. Para una mejor comprensión de todos ellos suele distinguirse entre trámites de constitución, es decir, aquellos que dan como resultado el nacimiento de la empresa como entidad, y trámites de puesta en marcha, que normalmente son comunes a todas las formas jurídicas. Existen además trámites específicos por razón de actividad.
Concluidos los trámites descritos anteriormente, en el caso de ser sociedad, es conveniente identificar ésta con sus datos básicos. Los datos de identificación de la Empresa serían los siguientes:
La creación y puesta en marcha de la empresa requiere finalmente realizar una serie de trámites administrativos y ejecutar las acciones de inversión y gastos que permitirán el ejercicio de la actividad empresarial.
Es preciso resumir los aspectos más destacados del proyecto, tales como:
Resumir los factores que pueden incidir en la valoración social del proyecto, tales como creación de empleo, utilización de recursos naturales o factores productivos de la zona, tasa de valor añadido o, en su caso, incremento de productividad, tecnología, carácter dinamizador para la zona, zona prioritaria,etc...